CAPÍTULO
1
¿Quién
soy?
La poca luz
que quedaba del día se filtraba a través de mis párpados cerrados. Había
recuperado la conciencia hace pocos minutos pero, por algún motivo, mi cuerpo
no respondía las órdenes que le mandaba mi cerebro y no podía moverme de
ninguna forma pero mis sentidos estaban alerta.
Sentía el
suelo frío y mojado bajo mi ropa. Sentía la brisa del viento chocando contra mi
cara y mandándome algunos calambres por el frío. También escuchaba el ruido de
algunos animales que se encontraban a mi alrededor y de repente escuché un
nuevo sonido. Dos personas se estaban acercando a mi cuerpo.
-¡Luke
mira!-exclamó una voz un poco infantil. Debía de venir de un chico joven-Es una
chica.
-Corre hacia
ella Mike y mira si sigue viva- dijo una voz más grave. Ese debía ser el tal
Luke.
Segundos
después sentí las manos del chico más pequeño sobre mi cuello. Me estaba
tomando el pulso y al ver que seguía viva respiró aliviado. En ese momento
sentí al otro chico cerca de mi cara y por fin mi cerebro me hizo caso y pude
abrir los ojos.
Lo primero que
vi fueron unos expresivos y preocupados ojos marrones con una pizca de color miel. Eran unos ojos preciosos. Cuando mis ojos se fueron acostumbrando a
la luz pude ver, por completo, el rostro del chico. Era rubio y su pelo le
llegaba un poco más por debajo del cuello, rozando la nuca. Era muy
corpulento y puede atisbar la trabajada musculatura de sus brazos. Estaba
sudando y tenía la ropa sucia y un poco destrozada. Parecía haber acabado una
dura jornada de trabajo. Debía de ser Luke.
-¿Estás
bien?-me preguntó en un susurro apenas audible.
Entonces justo
detrás de él apareció un chico moreno más pequeño. Tenía los ojos color miel y
el pelo más corto que su compañero. No dudó un segundo en apartar al chico
moreno para poder acercarse más a mí. Su ropa se encontraba en el mismo estado
lamentable que la del tal Luke. Ese debía ser Mike.
-¿Quién eres? ¿Vienes
de otro pueblo? ¿Cómo has llegado?-le preguntó apresurado el chico-Ah, perdona.
No me he presentado. Soy Mike-me dijo con una gran sonrisa plantada en su cara
y pocos segundos después miró a su compañero.
-Yo soy Luke,
el hermano mayor de este pequeño granuja-dijo mientras le restregaba la mano
por la cabeza enredándole el pelo-Siento los modales de mi hermano. Debes de
estar un poco confundida. ¿Cómo te llamas?
Iba a abrir la
boca para contestar, pero me di cuenta de que no recordaba mi nombre. Los dos
chicos me miraban curiosos esperando a que contestara una pregunta tan obvia.
De repente un nombre surgió en mi mente.
-No recuerdo
muy bien quien soy ni de dónde vengo, pero creo que mi nombre es Lara-les dije
con un poco de duda y confusión en la voz.
-¿No recuerdas
nada?-dijo incrédulo el joven Mike-¿Nada de nada?
Yo negué
apenada. ¿Cómo no podía recordar nada de mi pasado? Incluso había dudado al
decidles mi nombre. ¿Cómo podía tener tan mala suerte?
-¿Entonces no
tienes ningún lugar dónde quedarte?-preguntó asustado Mike- Luke, debemos
llevarla con nosotros. No podemos dejarla a merced de las sombras-dijo el
pequeño mirando preocupado a su hermano.
-Vale, vendrás
con nosotros-dijo Luke-Además, si recuerdas de dónde vienes y cómo has
llegado hasta aquí, podremos descubrir como atravesar este maldito bosque antes
de que lleguen ellos. Vamos-me dijo mientas me ofrecía su mano.
Yo la cogí sin
dudar pero justo cuando me puse en pie, uno de mis tobillos cedió impidiendo
que pudiera sostenerme por mí misma. De repente un montón de dolorosos
calambres atravesaban mi pierna de arriba a abajo.
-Creo que te
has fracturado el tobillo-me dijo Luke cerca de mi cara-Será mejor que te
lleve en brazos, porque no nos quedan
muchas horas de luz y nuestro pueblo se encuentra todavía a unos pocos
kilómetros de aquí-y dicho esto me cogió en volandas como si nos acabáramos de
casar. Iba a protestar pero Luke ya había empezado a moverse.
Luke y Mike se
empezaron a dirigir hacia el lado contrario por dónde habían aparecido y
pronto, un montón de hojas comenzaron a rasparme los brazos. Además empecé a
sentir frío en estos y empecé a tiritar. Luke respondió ante esto apretándome
más contra su fornido cuerpo. Mi corazón empezó a latir con fuerza. No estaba
acostumbrada a estar tan cerca de alguien que acababa de conocer pero me gustó
bastante ese contacto corporal con él.
Su mente
recordaba muchas cosas. Cómo hablar, cómo caminar e incluso sabía hacer
cálculos matemáticos pero no podía recordar ningún dato concreto de su vida
pasada. Ni de dónde venía, ni si tenía familia y amigos. Ni si quiera cuántos
años tenía. Estaba harta de estrujarme el cerebro para poder recordar algo así
que cerré los ojos y me dormí con el balanceo del cuerpo de Luke al caminar.
-Lara -escuché
una voz cerca de mi oído-Despierta. Estamos a punto de llegar.
Era Mike que estaba
de puntillas a la altura del hombro de Luke que seguía caminando sin vacilar.
-¿Cuánto
habéis estado caminando?-les pregunté preocupada. Estaba siendo una gran carga
para Luke y deseaba que aquel pueblo no estuviera muy lejos del lugar en dónde
la habían encontrado.
-Un par de
horas aproximadamente-dijo la voz grave de Luke- Pero no te preocupes. Pesas
menos que un saco de comida para los animales, y normalmente suelo cargar con
dos o tres.
-En cuanto te
vea la abuela Lilly vas a engordar unos cuantos kilos-dijo Mike divertido y
pocos segundos después su hermano empezó a reír. ¿Quién era esa tal Lilly?
De repente,
atravesamos unos matorrales y vi una gran cerca de madera hecha con troncos de
árboles robustos. Detrás de la cerca se podían distinguir los tejados de algunas
casas.
Entramos por
una puerta que había un poco más a la izquierda y nos encontramos con una
pequeña multitud de gente aglomerada en la puerta y todos me miraban de una
forma que me hacía sentir muy incómoda. No me gustaba ser el centro de atención.
Algunas
personas me miraban preocupados, otros curiosos, pero algunas me miraban con
odio, como si fuera una intrusa que hubiera entrado sin permiso en su
territorio.
Había hombres
y mujeres de todas las edades y tamaños, incluyendo niños y ancianos. Iban con
ropas pobres. La mayoría de los niños estaban sucios de barro y con ropa que
les quedaba pequeña o muy grande, pero aun así estaban felices y sonriendo. Me
veían como si fuera algo raro y que nunca hubieran visto y algunos incluso se
estaban empezando a acercar a nosotros.
De repente,
entre la multitud, apareció una chica joven con un bebé en brazos. La chica era
morena y con el pelo largo, recogido en una trenza. Tenía cara de chica dura y
por sus facciones y la forma en la que me miraba, pude adivinar que no estaba
muy contenta con mi llegada al poblado.
-¿Quién es
ella?-preguntó molesta-¿No sabéis que no tenemos sitio ni medios para mantener
a esta chica?
-Tranquila Tess-dijo
Luke-La encontramos inconsciente en un claro del bosque y en unas horas iba a
caer la noche.
-¿Y?-dijo
ella-Si no os hubieseis acercado seguramente seguiría inconsciente y no
tendríamos a otra persona más que mantener. Además si llego hasta allí,
seguramente no sería la primera vez que pasara una noche en el bosque.
-Tess, no
podíamos dejarla para que la atraparan ellos...-dijo el joven Mike-Sería
inhumano sabiendo lo que pueden hacer.
-Dejala
Teresa-dijo la voz de una anciana que llevaba a dos niñas cogidas de las
manos-Yo me haré cargo de ella. Desde que mi hijo se marchó tengo una
habitación libre-dijo con tristeza- Además, así se quedará con los chicos que
la encontraron y ellos me pueden ayudar a mantenerla y enseñarle todo esto.
-¿De verdad
abu?-preguntó emocionado Mike-¡Vas a vivir con nosotros Lara!-dijo mirándome
con sus grandes ojos color miel.
-Vale Lilly,
que vivan contigo-dijo Tess dejando el tema-Mañana la quiero en cuanto amanezca
en mi casa-y dicho esto se fue con el bebé en brazos. Cuando ella se fue todo
el mundo volvió a hacer lo que hacían antes de nuestra llegada y me empecé a
sentir mejor. No soportaba estar alrededor de mucha gente. Me agobiaba
demasiado. Entonces noté que Luke comenzó a caminar hacia una de las casas del
centro del pueblo. La anciana, Lilly creo que la llamaban, iba encabezando la
pequeña comitiva hacia su casa.
Ahora que
estaba más en el interior del pueblo me daba cuenta en las condiciones en las
que vivía esa gente. Las casas estaban hechas con piedra, madera y barro. La
gente cocinaba fuera de sus casas y lo hacían con calderos de hierro sobre
pequeñas hogueras. Había algunos hombres cargando maderos para construir una
especie de casa o establo. Vivían prácticamente como en la Edad Media.
No había
ningún indicio de tecnología en aquel lugar y ahora que me fijaba, las ropas de
la gente eran muy sencillas y se notaba que llevaban usando la misma durante
varios días. No sabía de dónde venía pero sabía que yo no vivía en esas
condiciones. Yo recordaba lo que era un ordenador, un teléfono móvil, un horno,
una bombilla y en ese lugar no había ni siquiera una pizca de electricidad.
¿Cómo podían vivir de ese modo?
Ahora que me
daba cuenta de una cosa. Muchas de las personas que pasaban en mí alrededor me
miraban atentamente mi ropa. Yo llevaba unos pantalones vaqueros con un
cinturón con unas pequeñas circonitas incrustadas, una camisa de tirantas
blancas e incluso llevaba unas botas con un poco de tacón. No me extraña que
miraran curiosos. Seguro que más de una querría quitármela para quedársela para
ella.
Antes de que
me diera cuenta ya nos encontrábamos enfrente de la puerta de la cabaña de la
anciana. Era una de las cabañas más grandes que había en el pueblo y cuando la
anciana nos abrió la puerta dos niños idénticos salieron corriendo del interior
de la modesta vivienda y se engancharon en las piernas de Mike y Luke.
-Hola
enanos-le dijo Mike a los dos niños-¿Nos dejáis pasar? A partir de ahora vamos
a tener a una nueva hermanita en casa.
-¿De
verdad?-preguntó uno de ellos con una hermosa en sonrisa en la cara.
-Si lindo-fue
lo único que pudo salir de mi boca. El niño me dedicó una de sus lindas
sonrisas que para mí fue mejor que ninguna otra cosa que pudiera darme.
-¿Por qué Luke
te lleva en brazos?-preguntó uno de ellos-¿No sabes andar?
-No, claro que
sabe. Lo que pasa que se ha hecho pupa en el tobillo-dijo dulcemente Luke.
Después de
esto los dos chicos salieron corriendo al interior de la casa junto con las
niñas que llevaba de la mano. ¿De verdad todos esos niños junto con Mike, Luke,
Lilly y ahora yo vivíamos en esa casita?
-¿Qué te
parece nuestra pequeña familia?-dijo Lilly enfatizando mucho la palabra
“pequeña”-Esos que acabas de ver son mis singulares nietecitos. Los dos niñitos
rubios son Mat y Harry y las dos pequeñas bellezas son Lora y Maya.
-Como te
habrás dado cuenta son gemelos entre ellos-dijo Mike-Te cuidado con ellos y,
las pocas cosas que tengas de valor escóndelas de sus pequeñas manitas.
Luke solo pudo
soltar una pequeña risotada y entró conmigo a la casa que desde ese día sería
mi nuevo hogar.
Bueno esta es una nueva historia que se me ocurrió el otro día y la tuve que escribir.
El vestuario de los personajes no tiene que ver con las fotos pero las caras si. XD
Bueno si os gusta dejad un coment. :)
Intentaré actualizar las dos historias cuando pueda. Hasta el próximo capítulo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario