lunes, 13 de febrero de 2012

El lado oscuro del cielo. Capítulo 5


CAPÍTULO 5
¿Por qué hay gente tan rica y perfecta en este mundo?
(contado por Mara)

Después de media hora jugando al fútbol, el deporte que más odio con diferencia, estábamos todos sudados y acalorados. Cuando entramos a clase todo olía a humanidad. La hora siempre después de gimnasia era repulsiva tanto para los alumnos como para los profesores porque el olor a sudor se mezclaba con los fuertes desodorantes de los chicos con lo cual, la atmósfera de la clase, era inrrespirable. Nuestro instituto no contaba con un vestuario con duchas para poder asearnos después de esta odiada, por lo menos para mí, asignatura.

Entonces me giré para ver a Daniel. Aunque él estuviera sudado y con el pelo pegado a la cara, seguía parecíendome un dios griego. Era absolutamente perfecto. Cuando lo he visto hace unos minutos jugar al fútbol casi se me salen los ojos de las cuencas. Él estaba en el equipo contrario en este caso. Esquivaba a los demás jugadores con una elegancia sobre humana, el balón se movía en sus pies como si hubiera aprendido a caminar con él...¿es que había algo que no supiera hacer este tío?

Pasaron las horas y Juan y Yolanda no volvían. Era como si el jefe de estudios se los hubiera comido, aunque esta suposición tampoco la descartaba.

-Madre mía...a estos dos los expulsan 15 días, te lo digo yo-me dijo Ángela.

-Pero es que Yolanda no se debería haberse puesto así. Fue un accidente. Si ella no se hubiera lanzado a pegarle, él no la hubiera tocado-le dije defendiendo a mi mejor amigo.

-Si pero...¿Cómo pudo Juan romperle la nariz de un pelotazo a Yolanda, con un balón de gomaespuma? ¡GOMAESPUMA!-me dijo ella elevando mucho la voz-Hay que tirar muy fuerte una pelota de gomaespuma para que le haga daño a quien se la tiras pues imagínate la fuerza con la que hay que tirar para romperle la nariz a alguien.

-Ángela y Tamara. ¿Pueden explicarnos de lo que están hablando? Desde aquí parece muy interesante-nos dijo el maestro de sociales-A ver si tenéis un poco más de respeto a las personas que sí que quieren escuchar la explicación. Además tenemos un compañero nuevo que querrá enterarse más o menos por qué tema vamos. ¿No Daniel?-le preguntó el maestro con una sonrisa.

-Si profesor, aunque este tema ya lo di en mi antiguo instituto, pero siempre se puede aprender alguna anécdota interesante-dijo Daniel con una sonrisa resplandeciente.

-Me alegro que todavía queden muchachos como tú, Daniel. ¿Por donde íbamos?-le preguntó a Daniel.

-Nos estaba explicando las consecuencias que tuvo la mejora de las técnicas agrícolas en el siglo XII-le dijo Daniel con su marcado acento italiano.

-Gracias, Daniel-le dijo alegre el maestro-Bueno. Las mejoras de las técnicas agrícolas produjo que hubiera más población ya que las personas morían menos  por la hambruna y esto hizo....-empezó a explicar el maestro pero volví otra vez a mis pensamientos y la voz del maestro se fue escuchando cada vez más lejos.

Este misterio lo iba a descubrir como me llamaba Tamara Rodriguez Sánchez. Una cosa tenía clara, ni Daniel, ni Juan eran normales. Ahora que me daba cuenta, Juan hacía bastantes semanas que estaba muy pero que muy raro. ¡El otro día casi arranca el pomo del baño de su casa!
Pasaron el resto de las horas que quedaban para el timbre de la hora de la salida y Juan y Yolanda todavía no habían vuelto a clase. Al final Ángela va a tener razón y los han expulsado.

A la salida de clase, Ángela, Soraya y yo estábamos hablando en la puerta de entrada sobre el tema, cuando vimos a Daniel. Estaba con una chica bastante guapa, cosa que a mí me estaba empezando a molestar, cruzando la calle. Era una chica bastante exótica y con el pelo negro y largo. También tenía un cuerpo considerable. Todos las personas, tanto chicos como chicas, los miraban mientras se marchaban por la calle de enfrente. La verdad es que tenía toda la pinta de tener algo juntos, aunque todavía no se iban mi esperanzas de que Daniel estuviera soltero y esa chica fuera su hermana.

De repente, me tocan el hombro derecho.

-Hola chicas. ¿Me habéis echado de menos?-nos pregunta Juan. Estaba un poco enfurruñado pero el seguía intentando mantener su sonrisa resplandeciente. “Últimamente me estoy dando cuenta de la cara tan bonita que tiene”-pensé yo.

-¡Juan! ¿Qué te ha pasado?-dijo preocupada Soraya-¿Te han expulsado?

-Si, me han expulsado. Pero solo lo que queda de semana. Lo que más me preocupa es cuando le enseñe la notita que me ha dado el jefe de estudios para informarle de mi expulsión. Creo que no me voy a poder conectar al tuenti en bastante tiempo-dijo en un tono cómico pero a la vez triste.

-No te preocupes. Iremos nosotros a visititarte. Nuestras casas a cuanto están...¿A dos calle de distancia?-le dijo yo intentado animarle-Además, por si tu madre te castiga, tenemos la excusa de llevarte los deberes a casa-le dije yo dedicándole una de mi mejores sonrisas.

-Y, como no, yo y Soraya la acompañaremos por si se pierde-dijo Ángela con tono chistoso- Además, vosotros dos en la misma casa...Soraya, imagínate que no hay nadie en casa excepto ellos dos-dijo Ángela mirando a Soraya pero mirándonos a Juan y a mí con el rabillo del ojo.

-Es verdad. No queremos que nos la dejes preñada Juan. ¡Qué todavía es virgen!-exclamó Soraya mientras ella y Ángela se destornillaban de la risa.

En ese momento miré a Juan, estaba mirando hacia el suelo pero pude atisbar el tono carmesí de una de sus mejillas. Estaba muriéndose de vergüenza, al igual que yo.

-Bueno chicas, yo creo que ya es hora de irnos hacia casita. Que Juan se tiene que comer las lentejas antes de que su madre lo ponga a parir cuando vea la nota-les dije a Ángela y Soraya que seguía riéndose como locas.

-Vale-dijo Ángel-Everybody1 Let's go!-exclamó Ángela imitando a Dora la Exploradora- ¡Vamos a conseguirlo!¡Lo conseguiremos!

-¿A dónde vamos? A casa de Juan-dijo cantando Soraya-¿A dónde vamos? A casa de Juan-cantó por segunda vez mientras nos cogían entre las dos a Juan y a mi.

Por el camino estuvimos sonsacándole a nuestro Juan que era lo que exactamente había pasado en el interior de jefatura de estudios. Nos dijo que a Yolanda también la habían expulsado lo que quedaba de semana pero esta recibió más gritos y regañinas del jefe de estudios porque lo de Juan se consideró un accidente que como mucho le pondrían un parte pero como Yolanda se había lanzado a pegarle puñetazos a Juan y este le había respondido pues el jefe de estudios decidió que los expulsarían a los dos. De repente pasamos por la una gran casa que llevaba años abandonada pero que ya no lo estaba tanto. Vimos un coche aparcado dentro y cuando pasamos por la puerta, en uno de los grandes ventanales de la casa, vimos a Daniel y su amiguita hablando con un chico gigantesco y con tatuajes.



-¿Los habéis visto?-nos preguntó Soraya.

-Si, los hemos visto Soraya. No estas delirando-dijo Ángela con su tono cómico particular.

-Madre mía-dijo Juan- Desde luego Mara, tu idea de que Daniel había venido con su familia de la Toscana italiana a aquí por falta de dinero, está totalmente descartada-me dijo Juan sorprendido.

-¿Sabéis lo que puede costar esa casa?-nos dijo Ángela- Puede tener cuanto...¿400 metros cuadrados?-dijo Ángela fingiendo que hacía cuentas con los dedos-¿Por qué te crees que lleva tanto tiempo abandonada?-preguntó Ángela haciendo una pausa- ¡Pues porque nadie la puede pagar!

-Bueno. Mañana se lo preguntamos a Daniel y asunto resuelto. Además tengo ganas de saber quien es la chiquilla con la que se ha ido antes-dijo Soraya con tono travieso.

-Bueno...¿Podemos irnos ya? Al final la que va a acabar castigada sin tuenti voy a ser yo como no llegue antes de las tres y cuarto a mi casa-le dije con tono desesperado.

Los chicos me hicieron caso y nos fuimos de allí para llegar pronto a nuestras casas. La verdad es que yo lo único que quería era marcharme de allí. Esa casa, o lo que había dentro, despertaba en mí una conexión demasiado fuerte. Eran unos deseos de entrar en la casa increíbles que hasta que no entrara no se iban a ir de mi cabeza. A lo mejor la suerte me sonríe y mañana algún maestro nos mande algún trabajo de clase y, como mejor alumna de la clase, me pongan con el guapísimo y misterioso chico nuevo.

Bueno espero que este capítulo os haya gustado. Solo os digo que las plegarias de Mara, en el siguiente cap, se van a hacer realidad.

Ahí quedo eso. XD

Espero que dejéis comentarios que me hace ilusión que haya gente que lee mi historia y lo que estoy haciendo no es una pérdida de tiempo. 

Bueno pues eso. Actualizaré cuando pueda. 

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