jueves, 2 de febrero de 2012

El lado oscuro del cielo. Capítulo 4

CAPÍTULO 4
Balonazos y paradas
(contado por Mara)

No me lo podía creer. Dios me había sonreído y me he acabado en el mismo equipo que yo. Por desgracia Ángela estaba en el equipo contrario y no podríamos cuchichear. Era malísima en todos y cada uno de los deportes, aunque tenía buenos reflejos, mis extremidades eran de mantequilla. 

Aproveché para disculparme con Daniel por lo de antes. Él me dijo que no era nada y que no importaba pero no se me quitaba de la cabeza lo que me había dicho Juan.

(FLASHBACK)

Me acerqué a Juan cuando íbamos hacer los ejercicios de coordinación.

-Juan, ¿sabes por qué Daniel se ha largado molesto antes en el recreo?-le pregunté con preocupación.

-Si lo sé, pero no me ha convencido mucho lo que ha dicho-me contestó- Dice que no le gusta hablar nada de su pasado.

-¿En serio?-le dije con un tono triste- ¿Y si ha perdido a un ser querido?¿Y si ha perdido a uno de sus padres?

-Tranquila Mara-me dijo Juan con la intención de calmarme- No creo que sea nada de eso. Puede que a lo mejor si tuviera razón con lo de que a su padre le hubieran trasladado a aquí.

-Pero Juan. Viene de la Toscana. En todo caso a su padre lo trasladarían a Madrid, Barcelona, Valencia o alguna ciudad más conocida-le dije a Juan-¿Y si ha perdido su trabajo y se han quedado en la calle y han tenido que venir aquí como último recurso?¿Y si son pobres y yo se lo he recordado?-le pregunté preocupada a Juan.

-Mara. ¿Has visto la ropa que lleva?-me dijo exaltado Juan- Pero si sus tenis cuestan más que mi teléfono móvil. Además, ¿por qué te preocupas tanto por él? ¿ Es que nosotros ya no te importamos?-me dijo Juan con un tono un poco enfadado- Mira...¿por qué no te centras un poco en la clase?

(FIN DEL FLASHBACK)

Me sentía super cabreada por lo que había dicho. ¿Por qué se había puesto Juan de esa manera? Ni que le hubiera besado delante de todo el instituto.

En ese momento sonó el silbato del profesor y todo el mundo se puso en sus puestos. Me di cuenta que algunos pasaban del juego pero que otros se lo tomaban muy en serio. El balón prisionero, para algunas personas de mi clase, era todo una guerra. Juan, por ejemplo, parecía que tiraba perdigones en vez de una pelota. Si te daba en la cabeza podía noquearte de un golpe. Para mí este juego era un juego normal con el que había que tener cuidado con la pelota y no estar peleado con alguien del equipo contrario ya que podía aprovechar para darte un buen golpetazo, lo que me recordaba, ¿He dicho que Juan tiraba la pelota como si fueran misiles?

En esos momentos estaba tan concentrada en mis pensamientos que no me di cuenta de que el juego había comenzado. ¡Ya habíamos matado a uno del equipo contrario!

Cuando miré hacia el equipo contrario vi que Juan miraba de forma asesina a Daniel. De repente sentí un golpe en la pierna. Me habían dado. Giré la cabeza para ver quien había sido el culpable de que esa bola llegara hasta mi pierna y cuando lo hice observé a Ángela haciendo su baile de la victoria.

Yo la miré con cara de "ya veras luego cuando termine el jueguecito" y ella me la devolvió con una cara que decía "te aguantas".

Diez minutos después solo quedaban dos jugadores vivos en cada equipo. En el contrario quedaban Juan y Ángela y en el nuestro Yolanda y Daniel. Era todo un espectáculo ver como jugaban estos cuatro. Tiraban y esquivaban la pelota como si les fuera la vida en ello. Era todo una guerra.

De repente se oyó un sonoro golpe. Yolanda tenía la nariz sangrando. Le habían dado con una fuerza increíble en toda la cara. Juan estaba intentando disculparse. 

Nunca había visto a alguien hacer eso. Si fuera una pelota dura no sería extraño pero es que estábamos jugando con una pelota de gomaespuma. 

-ERES UN HIJO DE P***!!! ¡¡¡NO TE DAS CUENTA QUE ES NADA MÁS QUE UN JUEGO!!!¡¡¡ES QUE ME QUIERES MATAR!!!-dijo gritándole a Juan con la cara roja del enojo.

Siguió diciendo muchas más blasfemias e insultos hacia Juan y se abalanzó de repente hacia él. El maestro llegó corriendo para separarlos pero no lo consiguió hasta que me acerqué a parar a Juan. En cuanto lo toqué me miró con una cara llena de cólera que me asustó pero poco a poco se fue relajando y acabo dándome un abrazo. 

Todo el mundo nos miraba sorprendidos y ya me llegaban los susurros de la gente cuchicheando sobre el momento. Entonces el maestro nos separó y llevó a Juan y a Yolanda a jefatura de estudios.

¿Por qué me habría abrazado de repente Juan? 

De repente ya tenía a Ángela al lado. 

-Mara ¿me estás ocultando algo importante?-me preguntó curiosa

-No ¿por?-le dije

-Nena, no los ha podido separar ni el maestro y tu con solo tocarle el brazo has hecho que Juan se parara, se tranquilizara y encima te ha abrazado. Ya decía yo que estábais juntos demasiado tiempo. ¿Por qué no me dijiste que estabais juntos?-me preguntó mi amiga dando saltos.

-No estamos saliendo y lo del abrazo...Me he sorprendido hasta yo-le contesté sinceramente- Yo solo intentaba separarlos.

-Haré como que me lo creo-me dijo Ángela- Pero que sepas que siempre puedes contar conmigo.

En ese momento llegó Daniel y por un momento todo en lo que pensaba se fue de mi cabeza y solo me concentré en lo que tenía delante: sus dos hermosos e hipnotizantes ojos azules. ¿Por qué era tan guapo?

-¿Estás bien?-me preguntó preocupado-¿Te ha hecho daño?

-¿Quién Juan? No, solo me ha abrazado-le dije-Solo intentaba parar la pelea.

-Podrías haber salido herida. Esos chicos tienen mucha fuerza sobre todo Juan. ¿Es que no te has dado cuenta que le ha reventado la nariz a esa chica? ¡Con un balón de gomaespuma! ¿No te das cuenta que no controla su fuerza?-me dijo con tono desesperado Daniel-Y la chica en cuanto a fuerza no se queda corta.¿Has visto como le ha dejado el ojo a tu amigo?

-A ver italiano. ¿Quieres dejarla respirar?¡La estás agobiando!-le dijo intentando ayudar mi mejor amiga.

La verdad es que si que estaba agobiada pero no por las preguntas de Daniel si no que todavía no asimilaba lo que estaba diciendo ¿Se estaba  preocupando por mí? Además me acababa de dar cuenta de que me tenía cogido el brazo. Mi corazón empezó a latir a cien por hora. Este chico iba a provocarme un infarto.

-No pasa nada Ángela. Solo estaba preocupado-le dije Ángela- Gracias por preocuparte por mí. Aunque no hacía falta. Juan es incapaz de hacerme nada-dije mirando a Daniel.

-Vale pero prométeme que tendrás cuidado-me dijo seriamente.

-Vale, te lo prometo pero no hace falta. Juan en verdad es un pedazo de pan. Es la primera vez que le veo así-le dije a Daniel.

-Vale-me dijo mientras se marchaba hacia las gradas de las pistas.

¿Por qué estaba tan preocupado por mí Daniel? ¿Y por qué me había dicho que tuviera cuidado con mi mejor amigo? ¿Y eso de que no controlaba su fuerza? Tenía demasiada preguntas sin responder y, como buena cotilla que soy, iba responderlas todas. Sea como sea.
Bueno espero que os haya gustado este nuevo capítulo. ¿Qué le ha pasado a Juan? ¿Y ese abrazo entre él y Mara? ¿ Se está dando cuenta Mara en el mundo en el que se está andentrando. Muchas más respuestas en los próximos capítulos de El lado oscuro del cielo.

Comentad please y dadme vuestra opinión sea mala o buena.

Actualizaré lo más pronto posible. Hasta el próximo cap.♥♥♥ 




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